7 de diciembre: independencia e internacionalismo


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En Cuba, la fecha del 7 de diciembre es significada como Día de los caídos en las guerras de independencia y misiones internacionalistas. Pareciera a simple vista que independencia e internacionalismo no están vinculados. Nada tan incierto.

Los dos acontecimientos históricos que motivan la fecha son la caída en combate en 1896 del mayor general Antonio Maceo Grajales, Lugarteniente General del Ejército Libertador Cubano (ELC) y en 1989 la realización de la Operación Tributo, consistente en el funeral masivo y simultáneo, en la mayoría de los municipios, de los cubanos y cubanas fallecidos en el cumplimiento de misiones internacionalistas en el continente africano.

La muerte de Maceo ocurrió en una escaramuza, favorable a las tropas colonialistas españolas por el factor sorpresa, en la finca San Pedro, cercana al poblado de Punta Brava, en el término municipal de Bauta, provincia de La Habana aunque, en la actualidad, San Pedro continúa dentro de los límites del propio municipio, ahora perteneciente a la nueva provincia de Artemisa y Punta Brava desde 1976, se inserta en el municipio capitalino de La Lisa.

Internacionalismo hacia Cuba y desde Cuba

El proceso de treinta años y tres guerras por la independencia (1868-1898) estuvo plagado de internacionalismo hacia fuera y hacia dentro. La República de Cuba proclamada en armas el 10 de abril de 1869 siempre manifestó su hermandad hacia Puerto Rico, la otra colonia hispana que quedaba en el continente y cuando José Martí  fundó en 1892 el Partido Revolucionario Cubano nació con una Sección Puerto Rico pues en las bases del partido se planteaba que éste se creaba para lograr la independencia de Cuba y auxiliar la de la isla borinqueña.

El propio general Antonio dejó planteado que no envainaría su espada hasta que no estuviera lograda la libertad de la isla hermana y fue él quien preparó militarmente bajo sus órdenes al general puertorriqueño Juan Rius Rivera, quien debería ser el General en Jefe del Ejército Libertador de Puerto Rico, cuando se levantara esa isla, cuestión que no ocurrió y Rivera sería entre 1896 y 1898 el Jefe del 6to cuerpo del ELC que abarcaba la provincia de Pinar del Río.

Por otra parte, en las huestes del Ejército Mambí –nombre popular del ELC– combatieron más de tres mil extranjeros de todos los continentes –incluso muchos españoles– y algunos cientos alcanzaron grados de oficiales. De los cientos de estadounidenses que compartieron la suerte de los cubanos se destacan el mayor general Thomas Jordan y el brigadier Henry Reeve. El primero, fue en un período de la primera guerra General en Jefe y el segundo, jefe de estado mayor de Ignacio Agramonte en el Camagüey y de Máximo Gómez, en el propio territorio y Las Villas así como en la columna invasora hacia occidente en 1875.

Mexicanos, centroamericanos, colombianos, venezolanos, chilenos, peruanos y de toda Sudamérica combatieron por Cuba, también lo hicieron haitianos, dominicanos, ya dijimos borinqueños y de otras islas del Caribe insular siendo la más excelsa figura la del mayor general Máximo Gómez Báez, conocido como El viejo Eduá o El Generalísmo, quien fuera el General en Jefe en la última de las contiendas (1895-1898).

Miles de africanos y asiáticos esclavizados –llamados culíes chinos– se sublevaron para integrar las filas mambisas o ya emancipados por rebeldía desde antes, salieron de sus palenques a participar en la guerra. Un polaco radicado en la región de Las Villas, Carlos Roloff Mialovski, participó en las tres guerras desde sus inicios y fue mayor general. Serían muchos los internacionalistas a mencionar.

Antonio Maceo

Antonio Maceo Grajales, El Titán de Bronce, había nacido en Santiago de Cuba el 14 de junio de 1845, contaba 23 años cuando se alzó el 12 de octubre de 1868, dos días después de la clarinada de la Demajagua y 52 cuando cayera combatiendo después de más trescientos combates y veintisiete heridas, la mortal fue la número 26.

A los pocos días de su incorporación fue ascendido a sargento y en 1875 después de destacarse sobremanera en la invasión a Guantánamo a las órdenes del mayor general Calixto García, era ya teniente coronel y sucesivamente en muy escaso tiempo, coronel, brigadier y en 1877 era ya mayor general.

Además de su valor demostrado con las armas y su inteligencia en el arte operativo, demostró un profundo pensamiento político con su oposición con firmes convicciones a las llamadas sediciones de Lagunas de Varona y Santa Rita, que hicieron valer su expresión: “Soy militar y no estaré donde no existan el orden y la disciplina”.

Pero la mayor expresión de su pensamiento político estuvo sin dudas, en la Protesta de Baraguá, nombre con que se conoce su postura de intransigencia revolucionaria en la entrevista con el capitán general español Arsenio Martínez Campos el 15 de marzo de 1878 en contra del Pacto del Zanjón firmado el 10 de febrero que daba a Cuba una paz sin el cumplimiento de la independencia ni la abolición de la esclavitud.

Muestras de su internacionalismo, además de su solidaridad con la causa boricua, fue su integración al ejército de la República de Honduras con el grado de general de división durante su exilio en ese país y sus servicios a la República de Costa Rica donde fundara una colonia productiva y por demás, su propio origen étnico, mulato que es la síntesis del mestizaje entre las raíces africana e hispánica y sus ascendencias dominicana y venezolana, lo hacen símbolo del internacionalismo.

Fueron Maceo y Martí los únicos líderes independentistas cubanos que vieron con claridad las pretensiones expansionistas y neocolonizadoras de Estados Unidos hacia Cuba y América Latina. Dijo el Titán: “tampoco espero nada de los americanos…” y dejó claro que era mejor luchar solos “…que contraer deudas de gratitud con un vecino tan poderoso”, prueba de la veracidad de la expresión martiana sobre él: “…y hay que ponerle caso a lo que dice, porque Maceo tiene tanta fuerza en la mente como en el brazo”.

Operación Tributo

Precisamente el Gobierno Revolucionario cubano escoge en 1989 la fecha del 7 de diciembre para la Operación Tributo por el nexo histórico entre independencia e internacionalismo en la historia de Cuba y por el simbolismo del origen étnico de Antonio Maceo que se nutre de la sangre africana.

El regreso a Cuba de los cuerpos inertes de los cubanos que murieron en las misiones internacionalistas en tierras africanas –poco más tres mil–- que unieron su sangre a la de los hermanos argelinos, congoleños, guineanos, angolanos, etíopes… ponían de relieve dos ideas de Fidel: cayeron saldando “nuestra propia deuda con la humanidad” y que de nuestra ayuda desinteresada a las causas de la independencia de los pueblos africanos sólo traeríamos nuestros propios cadáveres.

Juan Almeida y la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana

Cuatro años más tarde, en otro simbolismo singular, se fundó la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, el 7 de diciembre de 1993, y fue electo como su primer presidente el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, habanero negro, de origen muy humilde, que limpió botas antes de aprender el oficio de albañil; primero entre los primeros en el asalto al Moncada, en el presidio político en la Isla de Pinos, en el exilio en México, uno de los capitanes de la expedición del Granma; tercer comandante junto a Raúl Castro nombrado en el Ejército Rebelde –ambos fueron ascendidos en la misma fecha y por la misma orden de Fidel, le habían antecedido el propio Fidel y el Ché-; jefe del Tercer Frente Oriental Mario Muñoz y en el poder revolucionario, ocupante de elevados y relevantes cargos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Gobierno Revolucionario, el Estado y la dirección del Partido Comunista.

Almeida, con una reconocida obra intelectual como compositor musical y escritor hizo eterna para toda situación crítica del pueblo cubano su expresión en el combate de Alegrías de Pío el 5 de diciembre de 1956: “Aquí no se rinde nadie”.

Fue aclamado –gritos de: “Almeida, Almeida…” y fotografías suyas– por los pueblos latinoamericanos cuando integró las delegaciones oficiales de Fidel y el presidente Osvaldo Dorticós a varios países del continente en 1959 y 60. De él diría su hermano de lucha Raúl, que era el más parecido a Maceo entre los revolucionarios de su generación.

La Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana sintetiza los nexos de independencia patria e internacionalismo del 7 de diciembre.


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