“Han transcurrido tres años desde la desaparición física del Comandante Hugo Chávez Frías que, como bien lo califican los venezolanos, fue una Siembra (…) Y es que El Arañero de Sabaneta, es de esos hombres que llegaron al mundo para quedarse. Como luchador incansable por la transformación de los pueblos de nuestra América, Chávez reconoció en la unidad la clave para su progreso; visionario como pocos, llamó sin descanso a la integración de los que habitamos al Sur guiados siempre por su perspectiva antiimperialista y por la premisa de construir el sueño de nuestros Libertadores”.
Así expresó el intelectual cubano Miguel Barnet Lanza durante un homenaje ofrecido en recordación al inolvidable venezolano de América y del mundo Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, en la sede de la Casa de las Américas, en esta capital.
En otra parte de su intervención, Barnet subrayó en Chávez que, al igual que El Libertador Simón Bolívar, “fue fiel a su legado político, a su lucha por la emancipación del continente. Estuvo siempre con los pobres de la tierra, y su estatura se agigantó día a día en su quehacer revolucionario. Como dijo nuestro Apóstol y Héroe Nacional José Martí: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.
“Ahí están sus proyectos e indicadores en barrios y comunidades históricamente preteridas; ahí se muestran los logros de la alfabetización; la salud pública; la gran Misión Vivienda Venezuela; la Misión Barrio Adentro; la Misión Cultura (…) ¿!Cómo no recordarlo en el Foro Social Mundial de 2005, en Porto Alegre, y su Mensaje a los Pueblos del Mundo, en Naciones Unidas en el 2006, donde reivindicó la necesidad de refundar las instituciones que habían incumplido los Objetivos de Paz, Justicia e Igualdad para las cuales fueron creadas”.
Rememoró, asimismo, la intervención del Mandatario sudamericano en la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencias y la Cultura (UNESCO) “donde movió el piso de los que estábamos allí presentes, e invitó a una imagen y estructura nueva de esa organización”.
Barnet resaltó también la desenfadada oratoria de Chávez, como “un torrente de palabras improvisadas por la pasión, pero en la que nunca faltó los vocablos patria, justicia, derecho, oportunidades, amor, integración, juventud, Venezuela, América, y una gran alegría de ser y de vivir”.
En su intervención el escritor cubano trajo a la memoria el planteamiento fundamental de la Cumbre de la CELAC en La Habana, en la que se proclamó como Zona de Paz a América Latina y el Caribe, con vista a lo cual “permanecemos alertas y conscientes de que una amenaza contra esa paz y la estabilidad a Venezuela representa también una amenaza a la estabilidad y a la paz de toda la región, de toda América y del mundo.
Desde la atalaya de nuestro inquebrantable principio, desde lo más profundo de nuestros corazones, reiteramos nuestra invariable e incondicional solidaridad al pueblo y gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y al presidente Nicolás Maduro”.
Por su parte, en breves palabras, Alí Rodríguez Araque, embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, agradeció el sentimiento de amor y solidaridad del pueblo de Cuba hacia el venezolano encarnado en la figura del eterno Comandante “y cómo éste penetró en los corazones de todos los venezolanos”, al igual que exaltó la valentía de muchos de sus compatriotas defensores de la Patria bolivariana.
Finalmente Earle Herrera, diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela, realizó un breve análisis de algunos hechos históricos y políticos —como El Caracazo, en febrero de 1989, “cuando comenzó la chispa de la Revolución bolivariana”—, indicativos de la febril lucha de su pueblo; alertó sobre las principales figuras de la derecha que conforman hoy ese órgano y las medidas y leyes anti-constitucionales que han aprobado en los últimos meses, como la llamada ley de amnistía que absuelve todos los delitos perpetrados a partir de 1996, entre ellos, los de carácter financiero y los relacionados con el narcotráfico.
Destacó Herrera el paralelismo histórico-político entre los dos Comandantes latinoamericanistas: Chávez y Fidel, además de la figura del joven Fidel en los hechos de El Bogotazo, en 1947, y cómo ambos “se van entretejiendo” en la historia política de nuestra América.
El Diputado venezolano evocó también el carisma de Chávez y su poder como “comunicador excepcional, nato, en especial en su programa radial y televisivo Aló, Presidente, el que llegó a ser un fenómeno comunicacional”.
Así, la figura de Hugo Rafael Chávez Frías, su desenfadada oratoria, su siempre eterna sonrisa, su franqueza ilimitada; su comunicación ágil, certera, honesta con su pueblo; su inefable amor a los niños, a aquellos pequeños desamparados de todo el mundo; su afición por el deporte, en especial, la pelota; su amistad entrañable a Fidel, a Raúl, al pueblo de Cuba querido como suyo; su pensamiento solidario e internacionalista; su arrolladora personalidad; su grandeza como ser humano y como revolucionario… irrumpieron en la Sala Che Guevara de la Casa de las Américas, con la proyección del documental Un Amor de Millones. Fue, entonces, cuando alguien exclamó: “¡Mírenlo!¡Está y estará siempre junto a nosotros! ¡Es eterno, y su ejemplo siempre nos guiará y nos hará cada vez más fuertes!¡Chávez, somos todos!”
“Algún día esperamos, en condiciones mutuamente ventajosas, alimentarnos de un proyecto revolucionario latinoamericano imbuidos como estamos, desde hace siglos, en la idea de un continente hispanoamericano, latinoamericano y caribeño integral, como una sola nación que somos”. (Comandante Hugo Chávez Frías. Fragmento discurso 14/dic./1994)
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