Estrella del cine internacional que, lejos del estrellato, en ocasiones, ha sido un buen actor, en dependencia de quienes lo hayan dirigido, Alain Delon (1935) llegó al público, especialmente el femenino, por ser un hombre bien parecido, respaldado, además, por su fotogenia. Se hizo famoso con A pleno sol (1959), de René Clement, después de intervenir en varias películas. Y, como actor, patentizó su talento en El samurái (1967), de Jean Pierre Melville, y en Mr. Klein (1977), de Joseph Losey.

Dentro de su amplia filmografía, otros títulos importantes suyos son: Rocco y sus hermanos (1960) y El gatopardo (1962), de Luchino Visconti, un realizador muy importante en su carrera cinematográfica, así como El eclipse (1962), que dirigiera Michelangelo Antonioni.

A partir de este aval y prestigio, la Cinemateca de Cuba (ahora, en el cine 23 y 12), tuvo la ocurrencia de programar, para esta primera quincena de agosto, un Ciclo con filmes de Alain Delon no exhibidos en nuestro país con anterioridad.

Y, por estos días que corren, el público podrá disfrutar, todavía, de las siguientes películas: El hombre apurado (1977), de Edouard Molinaro; Un intruso en el juego (1977), de Serge Leroy; Nuestra historia (1964), de Bertrand Blier, así como de Un crimen (1993) y Osito de peluche (1994), ambas de Jacques Deray, y La chica de la motocicleta (1968), de Jack Cardiff.