Como parte de la agenda teórica de la Jornada Villanueva de celebración al teatro cubano, este viernes concluye la primera etapa del taller Pensamiento Narrativo y Dramático, que desde el pasado día 10 de enero imparte el destacado narrador, ensayista y profesor de arte, Francisco López Sacha (Manzanillo, 1950), bajo los auspicios del Grupo Creativo Nave Oficio de Isla, que dirige Osvaldo Doimeadiós, la Universidad de las Artes (ISA) y la Oficina del Historiador de La Habana, con el apoyo del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.
El curso, que consta de dos etapas: Introducción al pensamiento dramático y narrativo (10 al 14 de enero) y La evolución del personaje (24 al 28 del mismo mes), se realiza durante todo el día en el Centro Cultural Almacenes San José, sede de Oficio de Isla, y en este participan alrededor de 25 profesionales de las tablas, el cine y la crítica.
El profesor López Sacha explicó que durante la sesión de la mañana se imparten los temas contenidos en este programa, mientras que en el horario vespertino se producen los debates de los modelos dramáticos a través de películas, con discusiones de los alumnos.
“Este es un proyecto largamente acariciado desde hace más de dos años, desde que el Doctor Eusebio Leal Spengler, el inolvidable Historiador de La Habana, le concedió ese espacio a Doimeadiós con el propósito de hacer una sala multi-oficio donde se alternaran espectáculos y cursos teóricos y prácticos sobre diversas manifestaciones artísticas”.
El también miembro del Consejo técnico asesor del Ministro de Cultura y profesor de la Escuela Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, precisó que el nivel de asistencia a estos encuentros “es muy bueno, con compañeros portadores de un excelente rigor profesional que propician la realización de debates muy productivos en relación con la narrativa, el teatro y el cine”.
Al referirse al papel del grupo que dirige Doimeadiós en la concreción de este taller, Sacha valoró como de gran acierto el hecho de que “un grupo de teatro asuma esta responsabilidad en beneficio de la formación académica de los profesionales de la actuación y la crítica”.
También especialista en Teatralogía y crítico de cine y literatura, este reconocido intelectual es autor de más de una docena de títulos, entre ellos Pastel flameante (Letras Cubanas, 2006), Variaciones al arte de la fuga (Ediciones Unión, 2011), Prisionero del Rock and Roll (Ediciones Unión: ICAIC, 2017), y El que va con la luz, novela acreedora del Premio de la Crítica 2017. Obtuvo, además, los premios Razón de Ser, que otorga la Fundación Alejo Carpentier, y el de La Gaceta de Cuba con el relato Dorado mundo; en tanto conquistó el Premio General San Martín, del Ateneo de Buenos Aires, en 1984, por el relato Si hubiera paz en el mundo; además de los premios Caimán Barbudo 1986, Abril 1987 y La Rosa Blanca 1988 con Descubrimiento del azul. Fue finalista del Premio Casa de las Américas en 1984 con Análisis de la ternura. En julio de 2021 fue acreedor de la Medalla Alejo Carpentier.
La Jornada Villanueva, que concluye el 31 de enero próximo, rinde homenaje a los 153 años de los acontecimientos ocurridos el 22 de enero de 1869, cuando en la sala ubicada en la calle Morro, entre Refugio (de la Merced) y Vidrios (Lagunas Secas, Canteras) en La Habana, se produjo un hecho vandálico y sangriento, perpetrado por los voluntarios españoles contra los criollos simpatizantes de la independencia. Ese día la compañía Bufos Habaneros presentaba la obra Perro huevero, aunque le quemen el hocico, y luego de que un personaje exclamó: “¡Viva la tierra que produce la caña!”, el público dio vivas a “¡Cuba libre!”, “¡Viva la Independencia!”, y “¡Viva Carlos Manuel de Céspedes!”. Entonces los voluntarios, fuertemente armados, irrumpieron en el interior del local, golpeando y disparando a mansalva, con lo que lograron desalojar el teatro, con un saldo de tres muertos y varios heridos.
En evocación de la efeméride, cada 22 de enero en Cuba se celebra el Día del Teatro, el cual esta precedido por una extensa jornada de celebraciones que lleva el nombre de Villanueva.
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