“La Cultura, esencia que hace crecer a nuestros pueblos”


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El acto de otorgamiento del Premio Literario Casa de las Américas 2015 en nuestra casa continental acaba de concluir y, junto a sus resultados, la trascendencia de innumerables emociones que no sólo superan el marco del conocimiento e investigación académicos y de la hermandad latinoamericana y caribeña entre los participantes de este continente, sino que también son capaces de involucrar imborrables momentos que, para los cubanos, son de elevado patriotismo y de absoluto amor a nuestra Cubanidad. Es el caso de Antonio Guerrero Rodríguez (Tony), uno de nuestros Cinco Héroes liberado en fecha reciente de una cárcel estadounidense quien, en entrevista exclusiva concedida al periódico digital Cubarte, expresó:

“Esta es la primera vez que visito la Casa de las Américas, algo que constituye para mí un altísimo honor. Conocer a su presidente, el reconocido intelectual Roberto Fernández Retamar, conocer esta sala que tantas veces pudimos observar a través de imágenes en revistas. Realmente, esto significa mucho para mí y para mis hermanos –pues todos han sido momentos de constante felicidad desde que llegamos a Cuba--, a la vez que un compromiso de nuestra parte con la intelectualidad cubana, de América Latina y del Caribe para, en la medida de nuestras posibilidades, continuar nuestra obra revolucionaria. Asimismo, las palabras dirigidas a este auditorio por parte de Fernández Retamar me comprometen a aprender mucho más, a continuar cada vez más conectado a esta Casa continental para llegar a conocerla aún más. Tuve la dicha de conocerla a través de él quien nos envió durante muchos años, la revista Casa de las Américas. Es maravilloso estar hoy aquí, entre tantas personas hermosas que aportan tanto a la cultura, esencia que hace crecer a nuestros pueblos, a educarlos y a comprometerlos con la verdad y con la propia cultura como tal, pues las batallas continuarán siendo siempre de ideas. Aquí siempre estaremos: de forma sencilla y modesta”.

. ¿Presentarías en algún momento una de tus obras al concurso literario Casa de las Américas?

“En mi caso, nunca he dedicado mi vida a la literatura, como tampoco a la poesía. Mi inspiración nació en unas condiciones (que calificaría) de  misteriosas. Por alguna razón se han publicado algunos de mis libros, y siempre dije que las razones se debieron a las condiciones en que me hallaba y no exactamente por lo que escribía. Hay quienes al respecto piensan de otra manera, pero personalmente pienso que si pudiera hacer algo, hacerlo con la aspiración de que llegue a ser útil y bienvenido. Y, ante todo, hacerlo con mucho amor, con humildad y sencillez. En la poesía, por ejemplo, no hay nada perfecto. A veces pensamos en algo que nos parece muy sencillo y, sin embargo, llega a tener mucho más valor que lo que se rebusca durante mucho tiempo. Sí siempre haré lo que esté a mi alcance. Ya aquí en Cuba las condiciones son distintas y, por supuesto, los momentos de inspiración tienen y tendrán otros matices. Cuando estos lleguen haremos algo, y lo que hicimos algún día (y poco a poco) también trataremos de explicarlo, para de esta forma destacar algunas cuestiones que ya se conocen y otras que aún resultan desconocidas”.

PREMIOS CASA DE LAS AMÉRICAS 2015

Novela: El jurado integrado por Ignacio Echevarría, de España; Nona Fernández, de Chile; Luis Negrón, de Puerto Rico; Carol Zardetto, de Guatemala y Hugo Luis Sánchez, de Cuba, acordó por unanimidad otorgar el premio en dicho género a la obra: La hoguera lame mi piel con cariño de perro, de Adelayda Fernández Ochoa (Colombia). Por proponer una vuelta a África como un mítico retorno, en un tránsito que desarma con lúcida reflexión el conjunto de ilusiones que articulan el pensamiento esclavista, colonialista. En un viaje que se convierte en ejercicio de la impenetrable libertad humana y recuerda los vínculos vitales de la herencia cultural, Nay, de Gambia, acompañada de su hijo Sundiata, nunca reconoce el dominio del otro sobre su cuerpo y conciencia. Menciones: El río, de Débora Mundani (Argentina); Tres veces la luz, de Juan Mattio (Argentina)

Ensayo de tema histórico-social: El jurado integrado por Marta Harnecker, de Chile; Alfonso Múnera, de Colombia, y Zuleica Romay, de Cuba, acordó otorgar el premio en dicho género a la obra Cuba año 2025, de José M. Ferrán Oliva (Cuba). Por considerar que hace aportes relevantes a la comprensión de la historia económica de Cuba y a la necesidad de transformaciones, trazando como horizonte el primer cuarto del siglo XXI a partir de una construcción gramatical clara y dinámica, que permite captar con facilidad problemáticas de gran complejidad relacionadas con los retos que enfrenta el proyecto socialista cubano. Mención: El problema racial en Cuba (Los primeros libros de Nicolás Guillén), de Guillermo Rodríguez Rivera (Cuba).

Poesía: El jurado integrado por Piedad Bonnett, de  Colombia; Manuel Orestes Nieto, de Panamá; Tony Raful, de República Dominicana; Ariel Silva Colomer, de Uruguay, y Alex Fleites, de Cuba, determinó otorgar el premio en este género a la obra Bajo el brillo de la luna, de Nelson Romero Guzmán (Colombia). Por la ingeniosa sucesión de los recursos verbales que fluyen con asombrosa riqueza de imágenes, así como los soportes estructurados de una angustia vital, que hace de los autorretratos y de otras obras plásticas de artistas, un contrapunto de confesiones fantasmales y oscuras que logran abordar con éxito el cálido escenario de sus nostalgias en una consumación ontológica de sí mismo bajo el absoluto brillo de la luna. Menciones: La estación, de Alejandro Castro (Argentina); El sastre, de María Malusardo (Argentina).

Literatura brasileña: El jurado integrado por Sylvie Josserand Colla, de Francia; Silviano Santiago, de Brasil, y Julia Calzadilla, de Cuba, luego de haber dado lectura y discutido amplia y detenidamente los libros presentados, acordó otorgar el premio en este género a la obra Minha vida sem banho, de Bernardo Ajzenberg. Por su originalidad, el empleo de l simbolismo, el tratamiento de las grandes cuestiones del siglo XX (entre otras, el holocausto y la dictadura militar), y otras cuestiones como la problemática ecológica; todo ello presentado en una narración de estilo peculiar que recupera lo irónico y lo absurdo típico del Machado de Assis de Memorias Póstumas de Bras Cubas. Algo que convierte a su autor en miembro representativo de esa nueva generación de novelistas brasileños que posee una marcada voz propia. Mención Especial: Na oscuridao, amanha (novela), de Rogerio Pereira. Menciones: Tempo Solto (poesía), de Amado Pinheiro; Graimpo (cuento), de Beatriz Bracher.

Literatura latina en los Estgados Unidos:  El jurado integrado por Aileen El-Kadi, de Brasil; José A. Mazzotti, de Perú, y Margarita Mateo, de Cuba, tras haber dado lectura y discutido los libros presentados, acordó otorgar el premio a la obra: Un kilómetro de mar, de José Acosta (República Dominicana). Por constituir una impecable narración sobre los avatares de dos adolescentes en los años sesenta en República Dominicana, sin dejar de incluir a un personaje desencantado de su vida en Norteamérica; la influencia de los cómics sobre vaqueros en la cultura popular y una mirada actualizada sobre los últimos años de la dictadura trujillista, combinados en un relato ágil, con un manejo del lenguaje que en numerosos momentos llega a ser poético. Mención honrosa: A cup of water under my bed. A memoir, de Daisy Hernández, de Estados Unidos.

Literatura para niños y jóvenes:  El jurado integrado por Edgr Allan García, de Ecuador; Ema Wolf, de Argentina, y Rubén Darío Salazar, de Cuba, decidió por unanimidad otorgar el Premio Casa de las Américas en esta modalidad a: El niño congelado, de Mildred Herández (Cuba). Por ser una obra risueña, paródica y desprejuiciada donde se muestra una cotidianidad que no es tranquilizadora, sino más bien surrealista, y donde todo está a la vista del que quiera enterarse, sin mensajes aleccionadores, mediante guiños a una realidad plena de conflictos y contradicciones. Menciones: Cuando llega el dragón, de Maricel Palomeque (Argentina); Ojo de agua, de Christian Nelson Medina Negrín (Cuba).

.Premios Honoríficos: Por decimoquinta ocasión la Casa de las Américas otorga premios de carácter honorífico a libros relevantes de aytores de nuestra América, o sobre temas latinoamericanos, en los géneros de poesía, ensayo y narrativa. Este año fueron publicados en español en 2012 y 2013.

Premio de Poesía José Lezama Lima: La novela de la poesía, de Tamara Kamenszain (Argentina). Por reunir el conjunto de una trayectoria poética deslumbrante.

Premio de Narrativa José María Arguedas: El libro uruguayo de los muertos, de Mario Bellatin (México).Por el modo en que teje historias que escapan a la lógica tradicional, con una sintaxis reveladora de la singular poética de su autor.

Premio de Ensayo Ezequiel Martínez Estrada: Intelectuales indígenas en Ecuador, Bolivia y Chile. Diferencia, colonialismo y anticolonialismo, de Claudia Zapata Silva (Chile). Por acercarse con profundidad y agudeza al creciente protagonismo político de los movimientos indígenas y a la refundación de discursividades propias en tres lugares paradigmáticos de la América Latina.

Entre los presentes al anuncio de los ganadores de los Premios Literarios Casa de las Américas 2015, efectuado en la sede de la Casa de las Américas en esta capital, estuvieron: Abel Prieto, asesor del Presidente cubano;  Julián González Toledo,     ministro de Cultura; Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las Américas y Antonio (Tony) Guerrero Rodríguez, Héroe de la República de Cuba, al igual que representantes del cuerpo diplomático e intelectuales cubanos, latinoamericanos y caribeños.


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