Uno de los fenómenos de la música cubana que más llama la atención es el advenimiento de las orquestas femeninas.
La primera de esas orquestas surge en 1929, la fundadora fue Irene Herrera Laferté (1877-1970), en el barrio Santa Amalia (La Víbora). El próximo año se cumplirán 90 años de ese acontecimiento musical.
¿Quién era Irene Laferté?
Irene Laferté era una negra colorá que en 1928 reunía a sus hijas, un quinteto, para recrearse en su sala hogareña de La Habana. Eran los tiempos en que estaba de moda la fiebre de los septetos de son. Doña Laferté falleció en 1970 a los 93 años.
Edén Habanero
El Edén Habanero fue creado por la hija de Irene Laferté, llamada Mercedes Herrera.
Hermanas Castro
Las Hermanas Castro también hicieron época en la década de 1930.
Orbe
La Orquesta Orbe nace en 1932 y tuvo mucho protagonismo en su tiempo.
Anacaonas
Fundada en 1932 por Concepción Castro Zaldariaga (guitarrista, saxofonista y primera directora), junto a sus hermanas Olga, Ada y Ondina.
Las Hermanas Castro, eran unas chinitas indiadas (madre criolla y padre chino de cantón).
Posteriormente, al integrarse las demás hermanas, nueve en total, la agrupación adopta el formato de jazz band. En 1935 realiza la primera gira internacional a Puerto Rico, le sigue México donde participan en varias películas.
En la década de 1980, las músicas hermanas Georgia y Dora Aguirre se gradúan del Conservatorio Amadeo Roldán y son invitadas a integrar Las Anacaonas en 1987.
En 1996 todavía quedaba una de sus hijas trompetistas, llamada Dora.
Las Anacaonas se han mantenido durante 86 años como la más emblemática de las orquestas femeninas, una especie de record.
Otras orquestas femeninas
Ensueño, Hermanas Álvarez, Cuban Melody, Hermanas Patterson, Hermanas Estupiñán y la Estudiantina Pinareña son reconocidas formaciones musicales femeninas.
Isolina Carrillo también organizó Las Trovadoras del Cayo (1933). Mención especial para Las Hermanas Mesquida, donde tocaba la mamá del genio Leo Brouwer.
También hay que mencionar a los cuartetos femeninos como Las D´Aida, Las Hermanas Martí y Las Hermanas Lago.
Sociología de las orquestas femeninas
Este boom de las orquestas femeninas llega en un momento de cierto lujo en la ciudad; aparecían nuevos teatros como el Politeama Grande y el Politeama Chico, teatros notables por sus estructuras metálicas, al estilo de París y Nueva York. Estaban situados en la Manzana de Gómez, hoy Hotel Manzana.
El Capitolio, con todo su esplendor, se había estrenado en 1929. Frente a él estaban los Aires Libres, cafés con sombrillitas en los portales, donde tocaban las orquestas femeninas, especialmente en la marquesina del hotel Saratoga.
Sin embargo, Cuba y el mundo pasaban por una serie de inconvenientes internacionales: la 1ª. Guerra Mundial, la crisis económica de la década de 1930, la caída del presidente Gerardo Machado y el cierre de la Universidad. Y, como contaba Alejo Carpentier, fiel a las costumbres españolas, La Habana era prácticamente una ciudad sin mujeres, ellas vivían confinadas en sus casas, solamente tenían contactos con hombres en los bailes. Ninguna mujer sola visitaba los cafés de la ciudad, tampoco se bajaba de los quitrines, desde donde degustaban refrescos y dulces.
Quizás la crisis económica haya sido el impulsor de que esas mujeres músicas salieran a trabajar en los centros de diversión. Por esas cosas de la historia, el nuevo boom de las orquestas femeninas se desarrolla en la década de 1990, en el Período Especial, etapa posterior a la caída del campo socialista.
Ese nuevo fenómeno lo encontramos con el renacer de Las Anacaonas.
En 1998, la musicóloga Alicia Valdés organiza el 1er. Encuentro de Agrupaciones Femeninas. Entre las orquestas mencionamos a Las Chicas Morenas, Soneras Son, Son Damas, Damas del Caribe, Danzonellas, Café, Voces, Azúcar, Obbini batá, Batiyé, Almendra, Ricachá, Chccas del Son, Indianas, Ad Libintum, Yamila y su Charanga, Son las que son, Flores Sonoras, Canela, Vida, Las Cubanísimas, Las Chicas del Loco (dirigidas por Juan Carlos Alfonso), Fuego de Seda (una especie de Todos Estrellas conformadas por Luis Domínguez y Amador Contreras).
Esta es la saga de las agrupaciones femeninas en Cuba, una experiencia musical digna de recordar.
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