La presentación de la novela Paraíso y Después, del poeta y narrador uruguayo Matías Mateus (Montevideo-30/XII/1985), en el Centro Cultural Dulce María Loynaz, en esta capital, tuvo especial significación por su temática sugerente y novedosa estructura al abordar la desmedida acción e influencia de la burocracia en una sociedad a lo largo de un relato de 109 páginas. Como bien reseña: “(…) La novela tiene un modo de ofrecerse original y vivaz. Disfrutable. La acción descripta se implementa con una meditación posible, no explícita, acerca del acto de escribir y de la interrelación personal en una organización (…) Podría usarse como un ejemplo de in/comunicación organizacional, como parábola de flujos de poder e información, o de sutil influencia dentro de los grupos humanos (…) red esencial por donde van y vienen intenciones, deseos, ambiciones confesas o inconfesables”.
Al hacer la presentación el director de dicha Institución cultural, el prestigioso escritor Jesús David Curbelo, afirmó que “este es un título bastante curioso porque la narrativa uruguaya —una de las mejores de América Latina, con nombres tan señeros como Horacio Quiroga, Mario Levrero, Félixberto Hernández y Juan Carlos Onetti, entre otros, señalados en antologías del cuento y la novela de este continente—, se ha distinguido por la experimentación sutil. Y esta novela me recuerda al primer Mario Levrero —donde en La Ciudad, los personajes vagan dentro de una especie de irrealidad—, al dividirse no en capítulos, sino en pisos y niveles, y hablar acerca de uno de los principales males de la sociedad contemporánea: la burocracia., comos ascenso dentro de un complejo sistema empresarial de determinados funcionarios quienes se van moviendo por todo tipo de pasiones, adulonerías, humillaciones, engaños, ironías, mentiras, hastíos… Personajes que se ven delineados con apenas algunas pinceladas, y con quienes el lector va negociando, a la vez que va ascendiendo en los pisos de la institución que componen la novela”.
Subrayó seguidamente que “esta novela puede tener también múltiples interpretaciones. El poder a nivel institucional, como bien explica, que puede ser también el poder del gobierno de un país, o de cualquier denominación de una iglesia determinada… entre otros. Y es que, al final, lo trágico y lo humano de ella radica en que los mecanismos de poder siempre están engrasados sobre las mismas ruedecillas, sobre los mismos procedimientos de burocracia, de zancadilla, de terror psicológico contra empleados, ciudadanos, contra quienes sean, como masa que no tiene derecho a pensar y a la cual vamos a ahorrarle el trabajo de hacerlo. Y esta es una cuestión que, considero, como una de las más conmovedoras de este Título”.
Por su parte Matías Mateus puntualizó que Paraíso y Después, la concibió no en capítulos, sino en “pisos” a los que, a medida que se van subiendo se les van intercalando segmentos con el nombre de cada una de las vocales, para brindar de esa forma dos niveles de narración bien ensamblados.
“La idea de esta novela arranca, confesó, a partir de la visita que tuve que realizar a una institución. Desde el inicio de mi entrada al ascensor ubicado en el interior de ella, comencé a fantasear con la psicología de cada una de los personas allí presentes, hasta llegar a la oficina de mi interés donde conocí a otras, entre ellas la muchacha que me atendió… Así, y a partir del que fuera inicialmente un relato literario de dos o tres páginas referido a personajes presentes en el interior de un ascensor, éste pasó a hacer también referencia a otros. Fue así cómo fui construyendo el cuerpo o estructura de la novela, donde cada uno de los personajes muestra sus ambiciones confesas o solapadas, y cómo otro —quien va ascendiendo cada piso a través del elevador del edificio—, va logrando diversos cargos en busca de su paraíso; además de los obstáculos que le impone la propia burocracia: dura, férrea, sin alma, sin nombre, que no admite derrota, propia de las ambiciones de las personas, y las de él propiamente”.
Paraíso y Después, del joven escritor uruguayo Matías Mateus, una obra para discernir y profundizar en los valores humanos.
Paraíso y Después (fragmentos)
“(…) La página central del boletín estaba dedicada por completo a las designaciones y cambios efectuados en el seno del Abecedario. Nadie ponía en duda que era la página más interesante a los ojos de la plantilla, ya que cualquier miembro de la Institución podía ser parte de esa prestigiosa lista un día y desaparecer de u plumazo al mes siguiente.
“El desvanecimiento de un nombre de la “lista dorada”, como era llamada en los pasillos de la Institución, podía ser fatal para el futuro del implicado, el golpe que ello supone aleja considerablemente al desdichado funcionario de los lugares de privilegio dentro de la escalera jerárquica. La disolución de los beneficios pertinentes a cada escalafón del Abecedario es solo una parte de la pérdida; la tragedia mayor radica en la magnitud del escarnio público al que pueden llegar a ser sometidos los desafiliados de la lista (…) El primer día de octubre cada funcionario abrió el Boletín Informativo por la página central con la ilusión de ver su nombre en la lista dorada. Quienes formaban parte de la misma, lo hicieron con la excitación que le generaba la expectativa de un ascenso, y con la tensión propia por la incertidumbre que la desaparición planteaba cada primero de mes”.
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