Bailando con Margot, Opera Prima del realizador cubano Arturo Santana, comenzará a exhibirse en el circuito nacional de estrenos a partir del jueves 3 de marzo y abrirá así el programa de celebraciones por el 57 aniversario de la fundación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
Por esta razón se efectuó una conferencia de prensa presidida por el director de esta cinta, producida por el ICAIC y la Villa del Cine de Venezuela, en la cual participaron varios representantes del elenco y del equipo de realización.
Bailando con Margot es una película de género, de 105 minutos de duración, que comienza en la madrugada del 31 de diciembre de 1958, a partir del robo de un cuadro famoso, en la mansión habanera de la viuda Margot Zarate.
Santana, realizador de documentales, cortos de ficción, spots, comerciales y videos clips, labor por la que ha conquistado una gran popularidad, expresó que Bailando con Margot era un filme de gran magnitud, ambición narrativa y volumen productivo.
Reconoció igualmente la influencia del cine negro en esta producción; “intenté hacer cine de este género, pero también de otros que se cruzaran de una manera muy contenida, sin que el espectador sintiera saltos estéticos. Este cruce me permitió homenajear a muchos filmes y directores, incluso cubanos”.
Agradeció la suerte de haber trabajado con personas de mucho talento y gran profesionalidad como Ángel Alderete, en la fotografía; Onelio Larralde en la dirección de arte; Daniel Diez Jr., en la edición; Santiago Llapur, en la producción, y el maestro Rembert Egües, en la música.
En cuanto a la labor de Egües, Santana afirmó: “yo encontré en el trabajo del maestro la sintonía perfecta para cada escena de la película, la cual tiene la música que necesitaba”.
“Lo importante es que la película ya está aquí y tuvo muy buena reacción del público cuando fue exhibida en el más reciente Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, y ahora espero que la gente vaya al cine y que le guste, porque es una cinta que necesita ser vista en pantalla grande y escuchada con el sistema de sonido de las salas cinematográficas”.
En cuanto al guión, del cual es también autor Santana, comentó que cuando ya había sido aprobado por la industria buscó “tamices dramatúrgicos”, a partir de la colaboración del escritor y guionista Eliseo Altunaga y su equipo, y de Lucía y Rolando Chiong. “Gracias a este proceso estoy muy contento con la historia que conté; estos son pasos inevitables, y estoy muy agradecido de estos asesores”, aseguró.
Acerca de la labor de los efectos visuales, el realizador, destacó que los mismos están bien logrados “ya que no se sienten de cartón, como muñequitos; no se ven provincianos, y una de las ambiciones de la película, era que estos efectos empastaran armónicamente”, explicó.
“Una película no se termina, cuando concluye el rodaje; una película no acaba nunca; el hecho de que la gente vaya al cine, depende ahora de ustedes, de la industria; es responsabilidad de todos nosotros. Les ruego a todos por el destino de Bailando con Margot, que nos ayuden”, requirió Santana.
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