En el Memorial José Martí, bajo la luz de una tarde que parecía contener la memoria de un país entero, se inauguró la exposición fotográfica Toda la gloria del mundo, del artista Alex Castro Soto del Valle. El evento, colmado de emoción, marcó el inicio oficial del programa de actividades en saludo al centenario del natalicio de Fidel Castro Ruz, a cumplirse el próximo año.
La muestra reúne 50 fotografías que, más allá de su valor documental, constituyen un acto de amor filial y de profunda introspección nacional.
“Asistimos hoy a un nuevo gesto de tributo y amor a Fidel. Quien fuera, acaso, el más inquieto y observador de los hijos de Ángel María. Y que un día se fue más allá de la hogareña arboleda de cedros para convertirse en el revolucionario que devolvió la independencia a Cuba, en el Comandante en Jefe”, se escuchó en las palabras inaugurales, evocando el tránsito de Fidel desde la intimidad familiar hacia la historia universal.
La presidenta del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, Daneisy García Roque, destacó el carácter singular de la obra: “Estamos en presencia de una obra que se recoge desde el sentimiento, desde la pasión del fotógrafo, del ojo del hijo trascendente. Desde un Fidel en la casa… más informal, hasta reuniones con estadistas y jefes de gobierno de muchos países”. La muestra, según explicó, fue concebida desde el deseo de iniciar el ciclo conmemorativo con una propuesta que hablara desde la intimidad, el amor y la cercanía.

“Estamos en presencia de una obra que se recoge desde el sentimiento, desde la pasión del fotógrafo, del ojo del hijo trascendente”.
Alex Castro, hijo del líder histórico, ofrece una perspectiva única: la del hogar, la del hombre detrás del ícono.
“Yo agradezco a todas las personas, las instituciones que participaron en la conformación de esta muestra porque hubo que ayudar y correr bastante con todas las dificultades que todos sabemos y realmente la gente ha dado una muestra de apoyo que considero que no fue a mí, sino a Fidel”, expresó con humildad.
“Van a disfrutar de casi un momento de meditación”, añadió, subrayando que la exposición no es solo arte, sino un espacio de reflexión colectiva.
La jornada estuvo acompañada por interpretaciones musicales que tocaron la fibra sensible del público. Annie Garcés ofreció su voz para “La victoria”, un tema de Sara González, y más tarde “Verso amigo”, texto de José Martí musicalizado por Eduardo Sosa. Cada nota, cada palabra, parecía abrazar las imágenes expuestas, creando un ambiente de recogimiento y gratitud.
El Doctor en Ciencias Históricas Elier Ramírez Cañedo, subdirector del Centro Fidel Castro Ruz, pronunció las palabras inaugurales. Señaló que la exposición revela “la mirada íntima del hijo, esa perspectiva filial que acerca la cámara no solo al hombre, sino que revela lo humano detrás del ícono universal”. Insistió en que “la gloria que anuncia el título no está en una calle, una estatua o un monumento, está en la sencillez de un gesto auténtico, en el cumplimiento del deber sencilla y naturalmente, en la tenacidad de la lucha, en la humanidad compartida”.

“Asistimos hoy a un nuevo gesto de tributo y amor a Fidel”.
La inauguración contó con la presencia de destacadas figuras del ámbito político y cultural: Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura; Marta Bonet de la Cruz, presidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac); así como jefes y vicejefes de departamentos del Comité Central, el Consejo de Estado, organismos de la Administración Central del Estado, el Centro Fidel Castro Ruz, trabajadores, amigos y familiares del Comandante en Jefe. También asistieron premios nacionales de las artes plásticas, intelectuales y artistas que, con su presencia, reafirmaron el carácter colectivo del homenaje.
La exposición Toda la gloria del mundo permanecerá abierta al público en la sala expositiva del Memorial José Martí hasta el mes de octubre. En cada imagen, en cada gesto capturado por el lente de Alex Castro, se revela no solo la historia de un hombre, sino el alma de una nación que sigue encontrando en su legado la fuerza para mirar hacia adelante.
La curaduría estuvo a cargo de Amanda Martínez Gómez y las palabras del catálogo las realizó Lissette Solórzano, directora de la Fototeca de Cuba.
Toda la gloria del mundo
(palabras del catálogo)
La obra fotográfica de Alex Castro nos propone una mirada íntima y reflexiva sobre una de las figuras emblemáticas de la historia cubana: su padre, Fidel Castro. A través de retratos, escenas cotidianas y colaboraciones con otros artistas, Alex no solo registra la imagen física del líder, sino que revela las múltiples dimensiones de su figura, transformada en símbolo de identidad, memoria y legado.
Sus fotografías, enmarcadas en una estética documental, dialogan con la complejidad de una relación atravesada por lazos familiares y el peso de la historia. La cercanía del autor al sujeto, le permite construir una narrativa visual donde lo íntimo y lo político se entrelazan. Fidel aparece no solo como estadista, sino también como padre, como ser humano atravesado por momentos de solemnidad, introspección e incluso su fragilidad.
Esta evolución en la representación ―que transita desde la imagen oficial hasta lo más cotidiano― invita al espectador a desmontar mitos, a repensar símbolos y a acercarse a la dimensión más humana del líder revolucionario. A través del lente de su hijo, la figura de Fidel se humaniza, se complejiza y se vuelve accesible desde nuevas perspectivas.
Toda la gloria del mundo, título que evoca resonancias martianas, alude aquí no a la vanagloria, sino a la profundidad emocional de un testimonio visual donde lo personal se convierte en historia colectiva.
La obra de Alex es mucho más que un archivo visual: es un espacio para el diálogo personal en el contexto de un liderazgo que ha marcado generaciones; es un puente entre la historia pública y la experiencia íntima, entre la figura del padre, la del líder, entre el mito y el hombre.

“Sus fotografías, enmarcadas en una estética documental, dialogan con la complejidad de una relación atravesada por lazos familiares y el peso de la historia”.
En el acto inaugural de la exposición Toda la gloria del mundo, los organizadores expresaron un reconocimiento especial a Génesis Galerías de Arte, a la Fototeca de Cuba y a todos aquellos que, con su dedicación y esfuerzo, hicieron posible la realización de esta muestra.
Como parte del protocolo, se invitó al compañero Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido, junto a Alex Castro, para efectuar el corte de la cinta que dejó oficialmente inaugurada la exposición.

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